
No se si os suena la frase “eres mas simple que el funcionamiento de un botijo”, pero nada más lejos de la realidad.
Hoy quiero contaros el funcionamiento de este elemento cotidiano de la zona interior de nuestra tierra, y digo interior porque funciona mejor en lugares con baja humedad en el ambiente.
Un botijo es….¿como decirlo?…. una nevera pasiva, es decir, una nevera que enfría agua en este caso, sin aporte energético exterior.
Un botijo, alcarraza o talla, es una pieza cerámica y porosa para almacenar agua y enfriarla. ¿Como funciona? El agua del interior sale a través de los poros de las paredes hacia el exterior, ambiente más seco, y se evapora. Este fenómeno físico hace que, al igual que pasa con nuestro cuerpo al sudar, se produzca un refrescamiento. Así de simple! O no tanto.
Existen dos fórmulas matemáticas desarrolladas por los profesores de la UPM, Ignacio Zubizarreta y Gabriel Pinto, que sirven para calcular la capacidad de enfriamiento del botijo, así que de funcionamiento simple nada!
En uno de los experimentos comprobaron lo siguiente: Llenaron un botijo de agua, le pusieron un termómetro en la boca y lo metieron dentro de una estufa. El botijo, con 3,2l de agua en su interior fue sometido a una temperatura constante de 39º y a un ambiente con humedad relativa del 42%. Tras siete horas el agua se había enfriado 15 grados! Y sin un kW de energía aportada!
Maravillas pasivas que llevan en nuestra cultura muchos siglos…